La presencia de aproximadamente 50% de lignina (resina natural vegetal) en la composición de la casca del coco le confiere grande resistencia a la descomposición por microorganismos y a los ataques de insectos, bien como alta resistencia mecánica. Las superficies logradas permiten una textura homogénea sin juntas, conferiendo una solución visual perfecta y extremadamente agradable al tacto.